jueves, 6 de junio de 2013



Viaje en tren eléctrico a Lazirki


Ucrania conduce mi silencio grave
en casta soledad de fino espacio.
Me ofrece sueños y un  celestial palacio
austera trinidad en giro suave.

Viajan fragantes cuerpos, las esferas
donde la hondura de la luna inflama
fría palabra que Lazirki llama,
capaz palabra: Valentina espera.

Metales sueñan árboles sonoros
abatiendo sus ramas de cristales,
con un rumor de lluvia diligente.

Homenaje de alas, lengua de oro,
toda la vasta voz desordenada
sosiega , desde Ucrania, mi presente.



Viaje en tren eléctrico a Lazirki


Ucrania conduce mi silencio grave
en casta soledad de fino espacio.
Me ofrece sueños y un  celestial palacio
austera trinidad en giro suave.

Viajan fragantes cuerpos, las esferas
donde la hondura de la luna inflama
fría palabra que Lazirki llama,
capaz palabra: Valentina espera.

Metales sueñan árboles sonoros
abatiendo sus ramas de cristales,
con un rumor de lluvia diligente.

Homenaje de alas, lengua de oro,
toda la vasta voz desordenada
sosiega , desde Ucrania, mi presente.



Viaje en tren eléctrico a Lazirki


Ucrania conduce mi silencio grave
en casta soledad de fino espacio.
Me ofrece sueños y un  celestial palacio
austera trinidad en giro suave.

Viajan fragantes cuerpos, las esferas
donde la hondura de la luna inflama
fría palabra que Lazirki llama,
capaz palabra: Valentina espera.

Metales sueñan árboles sonoros
abatiendo sus ramas de cristales,
con un rumor de lluvia diligente.

Homenaje de alas, lengua de oro,
toda la vasta voz desordenada
sosiega , desde Ucrania, mi presente.



Viaje en tren eléctrico a Lazirki


Ucrania conduce mi silencio grave
en casta soledad de fino espacio.
Me ofrece sueños y un  celestial palacio
austera trinidad en giro suave.

Viajan fragantes cuerpos, las esferas
donde la hondura de la luna inflama
fría palabra que Lazirki llama,
capaz palabra: Valentina espera.

Metales sueñan árboles sonoros
abatiendo sus ramas de cristales,
con un rumor de lluvia diligente.

Homenaje de alas, lengua de oro,
toda la vasta voz desordenada
sosiega , desde Ucrania, mi presente.